domingo, 22 de junio de 2008

Para de Pensar

"Siempre he creído en los números. Que la lógica lleva a la razón. Dí en mi vida tal pasión a la búsqueda, que me perdí. Y hoy antes ustedes, estoy de vuelta, con el descubrimiento más grande de toda mi carrera: No es sino en las inciertas ecuaciones del amor, donde se encuentra la verdadera razón"

Estaba recordando por estos días, mi película favorita (una mente brillante). Recordaba su ultima escena donde John Nash, en su discurso por su adjudicación del premio Nobel de economía, lanza una frase o reflexión como la que se encuentra arriba.

Siempre que la vuelvo a ver (la película), me intento imaginar cómo es que se llega a tal certidumbre. Se trata de entender que independiente de todo el pensamiento que uno desarrolla para comprender al mundo y a sí mismo , este es absolutamente banal y prescindible cuando uno se enfrenta a aquella decisión central: la comodidad de la propia soledad y estilo de vida o cambiarlo todo por la incertidumbre que te provoca el compartir tus días y tus sueños con una persona.

El proceso es mucho más complejo de lo que yo creía. Siempre había pensado que dado el momento de tomar una decisión como la que acabo de plantear, sólo era cosa de saber lo que uno deseaba y jugar en función de tales acciones . Lo cierto es que me equivoqué y rotundamente, nada de lo que alguna vez hubiese pensado al respecto podría haber avisorado que las decisiones son tan complicadas. No se trata de saber lo que uno desea y actuar en función de ello, más bien, es un entender que tus necesidades y deseos no juegan al instante en que te planteas como realizar tan dificultosa opción.

He llegado a una conclusión. Todo tiene que ver más en como podemos dejar de pensar y en simplemente actuar. Esto sólo basado en que independiente de lo incomodo y molesto que pueda resultar salir de nuestra trinchera personal (alias neurosis propia), no es el pensamiento o un análisis costo beneficio lo que nos llevará a lo "correcto". Tal vez sea una simple y antigua corazonada... La sabiduría para hacerle caso, es otra cosa...

viernes, 13 de junio de 2008

Algo Sobre Muchas Cosas

Debe ser por esta epoca, que un estudiante común y corriente como le he sido hasta el momento , se pregunta para donde va la micro. No es una pregunta trivial, es más, si mi juicio de realidad no falla, es la pregunta que debemos hacernos cada cierto tiempo (algo asi como una herramienta de máxima utilidad en la administración por Objetivos/Resultados).
Después de vivir casi un semestre en una carrera que no pareciera ser psicología, las preguntas que uno había descartado a través del paso de los años han vuelto. Si! Y en gloria y Majestad. No se trata siplemente de cual pudiera ser el significado del trabajo y la importancia relativa en la vida propia, de tales instancias.
Hace un par de semanas tuve lo que se llamaría una conversación de pasillo sobre lo que deberían ser nuestras expectativas profesionales. Para variar, mi interlocutora, me lanza un comentario de indole: Es que tu eres más planificado para este tipo de cosas. Y claro, lo soy. De hecho me gusta pensar que planificar es una muy buena opción para hacer que ciertas cosas ocurran en la vida. Pero bueno, la raíz de mi comentario era algo así como: Bueno, ¿cando planeas abandonar tu casa? ¿A que edad quieres ser independiente a nivel económico? ¿Cuando quieres empezar a pensar en la casa propia (en verdad eso no lo pregunté, pero reclamaron a posterioiri que mis preguntas son demasiado de ese estilo)? Nunca pensé que tales preguntas pudieran causar tanta angustia a mi edad... Y menos en otras personas que notaba estaban más claras sobre lo que buscaban... El asunto es que mi modelo de analisis, supone poder proyectarse a futuro y ver lo que se desea hacer...
¿Saben lo dificil de decidir, cuando a todas luces sabes que te falta información? Bueno, el gran tema es que hay que saber apostar bajo tales condiciones de incertidumbre... Todo pareece ser un poco de poker... ¿No?